Juez Clarence Thomas: uno de los más conservadores de la Corte Suprema de los Estados Unidos.
Una investigación periodística reveló que el juez Clarence Thomas, posiblemente el más conservador de la Corte Suprema de los Estados Unidos, había estado recibiendo obsequios y estadías de lujo financiadas por un magnate inmobiliario durante más de 20 años.
La revista de investigación ProPublica dijo en su sitio web que entrevistó a «docenas de personas» y revisó documentos internos para demostrar que Thomas aceptó, sin informar, lujosos obsequios del empresario Harlan Crow, colaborador habitual del Partido Republicano.
Y la organización Fix The Court, que aboga por la reforma de la Corte Suprema, advirtió en una nota sobre revelaciones «asombrosas».
La investigación muestra que Thomas acude casi todos los veranos a la finca del empresario Crow en las Adirondacks, estado de Nueva York, y que lo acompañaba al «Bohemian Grove», en California, un club exclusivo para la élite masculina.
Los datos confirman, según Fix The Court, la necesidad de «una reinvención completa, bajo el liderazgo de los congresistas, de sus responsabilidades en lo que respecta a las medidas básicas de control», y en particular reglas más estrictas sobre los obsequios recibidos por sus miembros.
La amistad entre el juez y el magnate inmobiliario ya fue objeto de un artículo del New York Times en 2011, que calificó la relación como «inusual y éticamente sensible».
Y no es la primera vez que el juez se ve envuelto en polémica. Su esposa, Ginni, participó en la cruzada del expresidente Donald Trump para demostrar, sin pruebas, que hubo fraude en las elecciones de 2020, que ganó el demócrata Joe Biden.
No es la primera vez que el juez entra en polémica. Su esposa Ginni estuvo involucrada en la cruzada del expresidente Donald Trump para demostrar, sin pruebas, que hubo fraude en las elecciones de 2020.
Cuando se descubrió que había estado enviando mensajes de texto y correos electrónicos con este propósito, se informó de un aparente conflicto de intereses y se le pidió a Thomas que se abstuviera de manejar archivos electorales.
En su investigación, ProPublica también afirma que Thomas va a la finca del empresario Crow en Adirondacks, estado de Nueva York, casi todos los veranos, y que lo acompañó al «Bohemian Grove» de California, un club de élite. exclusivamente para hombres, reservada para políticos, artistas, celebridades y empresarios.
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