
fanazuluna fábrica de pólvora y explosivos de la empresa estatal Fabricaciones Militares se prepara para reanudar la producción el próximo mes cinco años después del intento de cierre promovida por la gestión de la ex gobernadora de Buenos Aires María Eugenia Vidal s despido de más de 200 trabajadores.
«Es más rápido derribar que construir, pero nunca debes rendirte»es una de las frases que los trabajadores dicen estos días por las instalaciones de esta fábrica ubicada en la ciudad Azulque después de años de parálisis está a punto de resolverse mezcla maestratipo de explosivo encargado por Perú.
Fanazul se convirtió icono de lucha desde que se anunció el cierre total de la planta el 28 de diciembre de 2017, durante los gobiernos de Mauricio Macri, en Nación, y Vidal, en la provincia de Buenos Aires.
ollas populares; 1.095 días de campamento; cortes en las rutas 51, 3 y 226; marchas; Dos grandes movilizaciones desde la ciudad de Azul hasta la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y la conformación del Comité de Crisis fueron parte de esa resistencia, que Fanazur dedicó como un caso emblemático de la lucha que deben encabezar los trabajadores en determinados momentos en busca de mantener su trabajos.

«En este intento de cierre, la planta quedó destruida y devastada. El camino para la reapertura fue largo. Tomó mucho tiempo. Esta unidad de producción tuvo que ser evaluada en términos de la construcción, los aspectos eléctricos y los equipos de recuperación»le explicó a Télam vanina zuritaSecretario de Capacitación de la Unión Estatal ATE de la Provincia de Buenos Aires.
Pero, como dijo Zurita, la historia «tiene un final feliz», ya que el 19 de mayo será la reapertura de esta fábrica, que volverá a producir y crear actividad.
Ubicado a unos 32 kilómetros del centro de Azul, Fanazul fue inaugurado en 1946, y desde sus inicios estuvo destinado a la producción de bienes y servicios para la defensa, la minería y otras actividades.
Destinado a abastecer a estos sectores, la fábrica se convirtió en el único productor de trinitrotolueno (TNT) en América del Sur.
Durante los gobiernos de Néstor Kirchner y Cristina Fernández de Kirchner se reactivó Fanazul, luego de un fallido intento de privatización bajo la administración de Carlos Menem.
De 2003 a 2015 se incorporó personal e inversiones a la empresa, y de esta manera «estaba dentro de los estándares internacionales»comentó para Télam Óscar Galantevicepresidente de producción militar.
Así, hasta 2015, existían cinco plantas productivas dentro de la unidad: Nitroglicerina, Trinitrotolueno (TNT), Emulsiones Explosivas, Impulsión de Misiles y Servicio de destrucción de sustancias explosivas.

Sin embargo, el proceso se interrumpió cuando el Gobierno de Cambiemos (hoy Zajedno za zamenji) decidió cerrar la fábrica a fines de 2017 con el fin de «rebajar costos» para el Estado.
“La fábrica se quedaría solo con las labores de mantenimiento y protección”, se dijo en la nota de prensa de entonces, y se formalizó el contrato. despido de 254 trabajadores subcontratados y 35 empleados permanentes. Solo 16 personas permanecieron en la fábrica para tareas básicas que trabajaban en Fanazulu.
«El gobierno neoliberal tomó una decisión política de cerrar la fábrica, y hubo un (después) liderazgo nacional y popular que tomó una decisión política de brindar los recursos necesarios para su recuperación. Esto fue posible gracias a la iniciativa del exministro de Defensa Agustín Rossi y del actual ministro Jorge Taiana”, enfatizó Galante.
El ingeniero recordó: “Decían que había que reducir el Estado y era un despilfarro, pero nadie mencionó la soberanía en la producción para la defensa de nuestro país”.
El desmantelamiento de la fábrica se produjo entre diciembre de 2017 y 2019. Recién en 2020, con un cambio de gobierno, se decidió reabrir y reconstruir, y la pandemia del coronavirus retrasó el proceso.
“En 2020 asumió la presidencia de Fabricaciones Militares Iván Durigon y se propuso reactivar las plantas de Nitroglicerina y Mastermix, así como el servicio de destrucción de explosivos”, dijo Galante.
A diferencia de las 16 personas que se quedaron, hoy están 114 agentes que tienen tareas asignadas en una fábrica que se prepara para reanudar la producción.
“Hubo casi 100 reincorporaciones o nuevas incorporaciones, se involucró el recurso humano y se sumaron cuatro pasantes de ingeniería de la Universidad Nacional del Centro (Unicen)”, explicó Galante.
También que durante este período se trabajó en la reactivación del centro de destrucción de explosivos; restaurar calderas de vapor; contenedores de ácido; Sistema de calefacción de glicerina y cañerías.
Además, se adquirieron nuevos equipos para compresores de agregados, aire y amoníaco, se firmaron contratos con las empresas Unicen e INTA, y se reinstaló el cerco perimetral para proteger las edificaciones.
“Lo que está pasando hoy es el resultado del trabajo y la lucha de estos años. La reapertura de la fábrica no se hubiera dado si no hubiera habido un cambio de gobierno y una lucha, pero la decisión no la hubiera tomado el Gobierno si no se hubiera dado la lucha con los trabajadores.comentó Zurita.

Agregó que, “en el peor momento del macroísmo, cuando continuaban los despidos de compañeros y los cierres de empresas, levantamos la bandera de la reapertura de la fábrica y prometimos que no pararíamos hasta que el último compañero recuperara su trabajo”. .
Fabricaciones Militares confirmó la reapertura efectiva en mayo y lo precisó Ya se han invertido más de 5 millones de dólares en la puesta en marcha.
“Lo primero que se produce de Mastermix se vende en Perú, vamos a complementar lo que vende la matriz de Villa María, todo lo que se produce se vende, contamos 21 toneladas mensuales, pero cuando nos pongamos al día, será más”, enfatizó Galante.
La expectativa también contiene un la promesa de más empleoya que, aunque hoy cuenta con 114 empleados, la meta es sumar “otras 20 personas después de la puesta en marcha y unas 10 a 14 más si ponen en marcha la instalación de destrucción de chalecos”.
“Los servicios de la fábrica son prestados por empresas de la región, son unos 140 sueldos que están incluidos en la sociedad azuleña de mes a mes”, dijo un representante de Fabricaciones Militares, al señalar: “Es un regreso a la producción en una defensa simbólica. factoría manufacturera, que es soberanía nacional”.