
La necesidad de defender la democracia y las instituciones en el mundo actual ha sido un vínculo importante entre los expresidentes uruguayos José Pepe Mújica y Julio María Sanguinettiex opositores políticos, presentando este martes en Buenos Aires un libro de charlas en el que buscan reafirmar la importancia de la «convivencia republicana».
“Si no somos capaces de tener relaciones civilizadas con los que piensan diferente, la convivencia es imposible. Hablar de democracia y no hablar de convivencia es una contradicción”, dijo Mujica a un grupo de medios, entre ellos Télam, en referencia a la cordial tono del encuentro que sostuvo junto a Sanguinetti en una sala abarrotada del Museo de Arte Latinoamericano (Malba) de Buenos Aires.
Según los autores del libro, los periodistas uruguayos Gabriel Pereyra y Alejandro Ferreira, esa fue la idea central de los seis encuentros que sostuvieron entre junio y agosto del año pasado en la editorial Penguin Random House de Montevideo en una especie de forma. «conversación guiada». que paso con el libro Horizonte. Conversaciones silenciosas entre Sanguinetti y Mujica.

Pereyra, quien consideró que en la Argentina no sería posible un libro similar «por eso lo llaman crack», señaló que Un «llamado de atención» a la «desintegración social» que se vive en Uruguaydonde «la tolerancia en la sociedad se ha perdido durante mucho tiempo» y por eso es importante «que la gente pública dé una señal».
“Este viejo que vino conmigo no renuncia a lo que piensa y yo tampoco, ni se me ocurre preguntarle. Pero podemos convivir y podemos hablar y diferir, porque no somos el valor de lo que representamos Si lo insulto, insulto a la gente que lo apoyó, que es una pelea con parte de mi pueblo y viceversa”, agregó el exguerrillero del Frente Amplio (FA), que gobernó entre 2010 y 2015.
Mujica, de 87 años, señaló que «La democracia está en peligro en todas partes» y que hay una «tendencia a votar en contra de lo que existe sin tener claro por qué» y que en este contexto «empieza a aparecer la fantasía de salvadores milagrosos».
“La sociedad puede tener diversidad, pero lo que la hace capital colectivo es lo que la hace. Si destruimos eso, no hay lugar para la libertad ni para la prosperidad”, dijo el expresidente de izquierda quien dijo que “la política no puede ser perseguida eternamente”.

Por su parte, Sanguinetti del partido Colorado, que actualmente forma parte de la coalición de gobierno de Luis Lacalle Pou, recordó que en los últimos años se han producido hechos que amenazaron las instituciones, como el ataque a los tres poderes en Brasilia. parte de los bolsonarios una semana después de la toma de posesión del presidente Luiz Inácio Lula da Silva, a quien calificó de «pobre populista grotesco», similar a lo ocurrido en Washington dos años antes.
“Hoy, fortalecer la democracia se vuelve imprescindible”apuntó el expresidente, también de 87 años, quien destacó que el 1 de enero ambos acompañaron a Lacalle Pou a la asunción de Lula para «mostrar la buena cara política del país, que es la convivencia».
El líder colorado también señaló que «las instituciones siguen siendo la única garantía», aunque admitió que actualmente vivimos un «momento de malestar» y señaló «dos inexplicables retrocesos» en los últimos tiempos que representaron una pandemia y » una guerra de nacionalismo completamente anacrónico, agresivo, que parece haber desaparecido».
Sanguinetti, quien encabezó el primer gobierno democrático de Uruguay tras 12 años de dictadura entre 1985 y 1990 y fue reelecto en 1995, recordó a su vez cómo él y Mujica decidieron dejar sus escaños en el Senado al mismo tiempo, en octubre de 2020., como «una oportunidad para darle un mensaje, especialmente a los jóvenes».

En medio de la pandemia, los dos políticos dejaron de lado los protocolos sanitarios y se abrazaron en medio de una sesión del Senado calificada de “histórica”.
Mujica, que logró una enorme proyección internacional manteniendo un estilo alejado del protocolo y sus discursos centrados en los valores humanos, anunció entonces que se retiraba definitivamente de la política activa por la edad, la pandemia y padecer una enfermedad autoinmune.
Sanguinetti, por su parte, al referirse a la renovación democrática en Uruguay, de perfil académico y pasado periodístico, dijo que dejaba su banco para dedicarse de lleno a la secretaría general de su partido y a las tareas periodísticas y editoriales.